Desde Solar esperamos que todas y todos estén bien y que hayan pasado estos primeros 14 días de alarma lo mejor posible.
Estamos intentando que el impacto de esta circunstancia sea lo más consecuente posible. Entendemos que esta sociedad no puede volver al mismo lugar en el que se encontraba y, por lo tanto, creemos que urge sin excusas un cambio de paradigma, un tiempo ralentizado y un espacio para el pensamiento. Esto, obviamente, choca frontalmente con muchas de las situaciones que hasta ahora han sido ley: la gran cantidad (de lo que sea) como único valor, el evento como medio y objetivo, y la falta de lugar para la reflexión sosegada. Las personas ya lo sabemos, solo falta que las instituciones públicas entiendan que el apoyo a la Cultura debe incluir la investigación a largo plazo, y que solo así, con tiempo, se puede construir un conocimiento profundo que, al fin y al cabo, es el que aporta algo. Tenemos la esperanza de que lo entiendan. El proyecto “Un solar para pensar” parece ahora premonitorio y más necesario que nunca. Sabemos que es probable que esto no ocurra porque conocemos el mundo en el que vivimos, pero ahí lo dejamos porque lo estábamos pensando (como muchas y muchos otros).