Estas rocas, que forman parte de la cascada de Lomo Morín (Tenerife), son el resultado del sedimento del Carbonato de calcio (CaCO3) por efecto del contacto del agua con el aire.
Primero fueron agua.
Antes de 1985 no existían y, sin embargo, ya habían pasado por varios acontecimientos antes de ser. Fueron polvo, luego roca, luego, cuerpo celeste, hielo, fuego y colisión, otra vez polvo, luego líquido, otra vez polvo, sedimento acumulado y ahora, una vez más, roca. Forma, ahora, suelo terrestre casi sin argumento de ancestralidad; solo un producto de la traslación en el espacio y en el tiempo, y de su descomposición y construcción. Y, no obstante, ya es suelo, parte de un suelo rodeado de agua, incluso por arriba.
Un asteroide es espacio, forma suelo en un tiempo ingrávido, sin peso. Avanza, gira y continúa si el punto de referencia es siempre el mismo. Isla roca rodeada de tiempo vacío.
Pero isla en sí, remota, que se descompone y recompone, que sufre evaporación, fugas y adiciones. Se traslada y va creando memoria lejana. La memoria sí pesa, lo ocurrido sí genera movimiento, sí crea suelo, sí forma espacio y tiempo.
Lo que crea suelo es el paso del tiempo, lo que crea espacio isla es la memoria.
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Este Volumen 6 de Turista de interior. Revista de procesos de isla hibrida el trabajo científico de la astrofísica Julia de León (Tenerife, 1977) sobre los asteroides (367943) Duende y (3200) Phaethon, con la propuesta Aprositus del historiador del arte Carmelo Vega de la Rosa (Tenerife, 1961) y la aportación del artista Dea Woon Kang (Corea del Sur, 1972). Este cruce de lenguajes provenientes de distintas áreas del conocimiento, que en todos los casos son una interpretación de lo existente, propicia un lugar intermedio de pensamiento.
El diseño editorial es una creación de Racso Zehcnas (Colombia, 1984), la fotografía editorial un trabajo de Mataparda (Tenerife, 1963) y el texto editorial es una reflexión de Lola Barrena (Tenerife, 1977) y Dalia de la Rosa (1983).
El Volumen 6 fue presentado en el solar del número 25 de la calle San Lucas, en Santa Cruz de Tenerife.
Con el apoyo de:
