Editorial
Turista de interior. Revista de procesos de isla se presenta como una investigación continua sobre el territorio en el que estamos insertos/as. La idea fundamental es abordar, con una periodicidad semestral, temas referentes a la idea de isla entendida como el lugar metafórico de la insularidad. Así, repensar la isla –las islas– desde diferentes disciplinas deviene en un corpus de reflexión cuyo objetivo es concebir el territorio en términos simbólicos, y trasvasar los límites entre las materias para comprenderlo de forma orgánica. Esto supone trabajar en colaboración, tanto por contraste como por empatía, aportando nuevas derivas de pensamiento y estableciendo conexiones poco probables para los lugares comunes.
La revista Turista de interior es una acción artística en formato impreso, un trabajo de investigación y de creación, un lugar de encuentro y un proceso en continua construcción para integrar las distintas perspectivas sobre los procesos que son transversales y perpendiculares a la condición de isla. Forma parte de un proyecto homónimo iniciado en 2015 por Solar. Acción Cultural, que proponía pensar el contexto de la isla de Tenerife para salir del estado de somnolencia (histórica) propiciado por la mitología y los discursos impuestos. Ese proceso, formado por una exposición resultado de la creación de una “otra” historia de la Isla, una serie de acciones vinculadas al concepto de partida, lo identitario o la creación de imágenes icónicas, y una publicación cuyo itinerario orbitaba sobre cuestiones tangenciales al tema, supusieron el inicio de una línea de trabajo que requiere volver a un lugar cuya historia camina en paralelo a su compleja geografía y a sus coordenadas de situación y que, ahora, se amplía para expandirse hacia todas las acepciones de la palabra isla.
Cada número estará destinado a un tema propuesto por el equipo editorial que, en suma con Solar. Acción Cultural, será abordado también con diferentes posiciones por profesionales que aporten metodologías actuales y formas de pensamiento divergente.
—–
Una porción de tierra rodeada por mar remite directamente a ciertos imaginarios ya establecidos: desde los repertorios de islarios o las investigaciones de Darwin hasta el turismo de masas, pasando por el concepto de utopía y de territorio para la experimentación. Hace ya tiempo que el viaje dejó de ser iniciático y ahora el turista es el agente transformador y consumidor del territorio. Desde una perspectiva actual y con terminologías propias de este tiempo, en esta revista, ese agente transformador es un ente reflexivo y una figura crítica que aborda el lugar desde lo conceptual, entendiéndolo como espacio acotado para el pensamiento en el que se advierten tres cuestiones fundamentales relacionadas con la isla: adyacente, lejos y frontera. Adyacente vendría a componer aquello que, por algún lugar, la toca y permite medirla; lejos estaría relacionado con lo desconocido; y frontera, sería el espacio intermedio y selectivo que propicia o dificulta el intercambio. Desde el punto de vista cultural, esto se traduce, antes pero también ahora, en sitio de paso, destino de viaje y conciencia de límite. Turista de interior como proyecto para pensar los procesos de isla, trata de abordar estos dos adverbios y el nombre común desde la creación y la investigación artística.
Turista de interior. Revista de procesos de isla es así una forma de relación con el espacio insular en su acepción simbólica, rodeado o no por mar, aislado, limítrofe, circular, en sí mismo.
—–
Turista de interior. Revista de procesos de isla es también un posicionamiento ideológico y político que, en el Número 0, se configura como un espacio de pensamiento sobre el territorio y las formas de vida -entendidas como naturaleza-, y la interacción entre estas dos categorías partiendo de la circunstancia de encontrarnos en un ámbito específico: una isla.
Inevitablemente, pensar el territorio es hacerlo desde la naturaleza como identificación de las relaciones que se dan en una porción concreta de terreno. Es difícil despojar de los idearios paisajísticos el concepto de naturaleza que, desde el siglo XVIII, giró hacia cuestiones meramente plásticas llegando, en la actualidad, a concebirse como un campo de batalla. En este sentido, la transformación del conocimiento geográfico pasa por entender el impacto de lo externo en las personas; así el paisaje se torna político y la naturaleza un ámbito abstracto de ideas que redirige las miradas hacia un territorio específico, ya sea el cotidiano, por cercanía, o el global, por compromiso medioambiental. Esta abstracción ayuda a adquirir una conciencia sobre los usos, frutos y secuelas de la relación preestablecida, unanimemente establecida y maniquea, Hombre/Naturaleza.
La isla como sistema pierde su equilibro a fuerza de impactos, ya sean económicos o sociales, pero siempre en función de decisiones y, siempre también, con vocación de volver al equilibrio aunque sea desde la pérdida. A cada resolución, una adaptación nueva en asuntos que poco tienen que ver con lo simbólico sino que actúan desde el pragmatismo más absoluto. Este Número 0, trata de anteponerse a esos dictámenes e investigar sobre otras formas posibles de desequilibrio y de crisis para asumir, desde el pensamiento y la acción, nuevos procedimientos y modos de acercarse, para vascular entre la colectividad y el punto crítico en el que se desarrolla la vida humana actualmente.
En los medios artificiales en los que se genera la convivencia existe un sustrato cuyas raíces se anclan en la explotación de la naturaleza. El papel más complejo que se puede tomar es el de colocarse en los bordes de ese punto crítico o caliente, lo que denota un posicionamiento y un compromiso con respecto a la idea de salvaguarda de la identidad natural. Se trata de concebir este viaje como un epistolario de navegación y como ese individuo reflexivo del desarrollismo infinito.
Para este Número 0, la Revista cuenta con la colaboración de dos artistas que trabajan en torno a la Naturaleza: José Herrera con Espacio para lo inefable y Regina de Miguel con Decepción.
Sus aportaciones suponen estar en los límites tanto físicos como simbólicos, adentrarse en lo impensable y trasladar el concepto de isla a lugares remotos a pesar de que puedan estar también cerca. Es en la relación (casi casual, casi inexistente, casi buscada, casi no encontrada, casi rescatada) donde se sitúan ambos artistas con respecto a un espacio y un tiempo que viene del pasado y se proyecta hacia el futuro; la cuestión es que cómo se proyecta.
El Número 0 de Turista de interior. Revista de procesos de isla se presentó el día 7 de septiembre de 2018, en el solar de la calle San Lucas 25 de Santa Cruz de Tenerife.